¡Una bitácora de nuestra vida en Japón! Queremos compartir estas aventuras con ustedes, nuestros familiares y amigos de Colombia y nuestros nuevos amigos de todo el mundo!!!!
Contextos en Japonés:
En la Universidad Nacional de Colombia había unas materias que se llamaban "Contexto". Instituidas con el fin de ampliar la cultura y proveer de puntos de vista alternativos al estudiante fuera de su área académica, los había de todos los tipos. Recuerdo sólo "Arquitectura griega", "el cuento y su historia", etc. No sé como habrán sido esos porque no los vi, pero los contextos a los que hube de asistir eran bastante aburridores. O al menos eso pensaba yo, hasta que me topé con el equivalente japonés: el seminario, o otra que hay: el tokuron. Aquí conviene anotar otra peculiar característica de la idiosincrasia japonesa: como estas clases suelen ser el colmo de la monotonía y el aburrimiento, y considerando que empieza a calentar de lo lindo ya por estos días, abundan los que se quedan dormidos en clase. Y lo hacen sin el mayor disimulo ni pena, quiero decir que se quedan completamente penqueados, babeantes enfrente del sensei, unos con la frente apoyada en el pupitre y los más desinhibidos, echados hacia atrás con la boca abierta. Esto se llama inemuri (dormirse en el puesto). Hasta japonesitas por lo demás delicaditas y que son además el colmo de la pena y la discreción en el resto de su vida, no se les da nada quedarse así delante de todos, roncando con la boca bien abierta. Y eso que esto ni siquiera es lo más curioso: el sensei ni se mosquea... ni los mira siquiera de reojo... sigue hablando su retahíla allá adelante como si nada... con su voz de robot y su blabla bla desu ne ("¿cierto que sí?") de vez en cuando. Ojalá pudiera mostrarles fotos pero creo que ni el sensei ni los fotografiados me pusieran muy buena cara si lo hiciera. Yo por otro lado trato de poner el mayor cuidado posible a la clase, cosa que no siempre es fácil, sobre todo porque hay que entregar informes. Por ejemplo, ahora acabo de terminar una clase intensiva que se llama seminario de investigación, que parece obligatoria en los posgrados, puesto que sé que en la UN también la dan. Menos mal mi matrícula la paga el gobierno del Japón, que robo tan macho... no había experimentado ese aburrimiento desde que me obligaban a ir a retiros espirituales en el colegio. Son clases seguidas de 9am a 4pm con descansos de 10 min cada dos horas y una hora para el almuerzo al medio día. Tres días de lo mismo y les aseguro que fue suficiente para toda la vida. Horas y horas seguidas de oir a una viejita repetir tartamudeando decenas de nombres de astrónomos árabes, simbología de la alquimia china, teorías epistemológicas cristianas del medioevo, blablabla... por supuesto eran muchos los dormidos, otros mandaban mensajitos con el celular por debajo del pupitre, otros leían tiras cómicas tapándose con las fotocopias de la clase... yo por mi parte trataba de luchar contra el sueño, cabeceaba y opté por entretenerme haciendo tareas para otras materias que sí valen la pena, aprovechando el diccionario que llevaba para repasar vocabulario en japonés, kanji, etc... casi me enloquezco... menos mal ya terminó... (-_-)
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